enunciación sin templo fijo

jueves, 7 de abril de 2011

La roca, la popa, la casbah

Hoy nadie sostendría en serio la vieja querella entre el pop y el rock: el pop ganó y de lejos, sólo falta mirar a los metaleros en cuero de miles de dólares, a los emos converse, y a los roqueros trabajando en la bolsa o el mc'd'o'n'a'l'd's.

1982 era el principio del fin: los niños de The clash eran demasiado guapos, demasiado hijosdericos, demasiado cultos para jugar al punk y los bullies londinenses así lo hicieron saber. Hasta que, un día, sus pósters se vendieron como tortillas para niñas en la cola de las, precisamente, tortillas: el pop ganó, empezaba a ganar, para fortuna de todos y todas.

Ayatolla Kloimeni estaba bastante errado: no hay prohibición ni tiranía tan dura como el rock, la roca blanda, popa, y a veces, un poco fofa.

Banana et Co, Macondo en el pedregal y el rococó




El problema de no ser nativohablante del inglés, es que la letra de las canciones de Radiohead nos suenan más a poesía automática que a lo que son: barroquismo culterano del veintecento. Sus versos no fueron dirigidos al espíritu sino el cuerpo, más propensos al estómago que al entendimiento.

Las intentonas de adherirles sentido son vanas: hay quien ve en esta canción, las pianolas de Pietro Crespi, los afeites de Remedios la Bella y las derrotas del coronel Aureliano Buendía. La analogía es absurda pero plausible: Márquez y York si nacidos en 1600 habrían llevado gustosos la etimología de "barroque" a sus últimas consecuencias: un peñasco caprichoso y deforme sobre la costa de Macondo, una piedrita multicolor, fastidio pegajoso entre las paredes del hígado y la melancolía (la alusión a Keating es lejana y también vana).


Col legno: Zoe Keating y las piedras.

Hoy que ni la crasa luz primaveral arredra a los vampiros, emos y darkies que rondan las modas citadinas, hemos decidido rendirnos a los arpegios de una walkiria canadiense.

Antes cello sostenido en la banda Rasputina, Zoe Keating hace de un instrumento un cuarteto, de una nota, un basso continuo, de un violoncello más un arco, una maza más una cantera (aclaración primera: la alusión al cursi y luminoso Silvio, en este caso, es lejana; segunda: que el arco sea hecho de crines de caballo y murciélago no es casualidad).

De formación clásica y beethoveniana, Keating oscurece todo lo que toca: Bastan uos pellizcos (pizzicati) o, cuando el chorro negro de fluidos corporales (melancholia) es inaguantable, tallar la piedra como si fuera madera, el cello como si fuera cantera (Col legno). Aquí ejemplos de los tres:


martes, 5 de abril de 2011

Schliemann, Sofía y más piedras




Schliemann, el tipo que descubrió un montoncito de piedras apiladas que demostraron ser Troya, cuando niño bobo en traje de marinerito se prometió a su primer amor. Los dos idolatraban a Homero y juraron pasar su vida buscando entre polvos y amoríos. Schliemann, hombre viajero y comerciante tuvo que dejar su pueblo natal. Trabajó y trabajó hasta que amasó fortuna. Regresó por su prometida pero ella ya lo había olvidado y casado con un empleado bancario.

Entonces puso un anuncio en el periódico: Se busca mujer bella amante de la Iliada y la Odisea. Al anuncio respondieron algunas. El casting consistía en una sola pregunta: ¿cuántos versos de Homero se sabe usted de memoria? Se casó con una que se sabía completitas ambas, de pe a pa, y de pa a pe. Se casaron y vivieron felices para siempre. Luego descubrieron Troya, con su botín de joyas y él le regaló la famosa foto en que Sofía se viste de Helena. Así se llamaba esta mujer sabia amante, Sofía, como las tantas que abundan hoy de ese nombre, aunque con trabajos se encuentra a una que pueda balbucear versos de Neruda y recitar de memoria algo del inspirado lirismo de Shakira.

Joyce, la piedra y la puta


En alguna parte del Retrato del Artista como un hombrecito, Joyce relata el encuentro entre Stephen y una prostituta que le enseña a administrarse sabiamente en las artes del amor. Stephen sufre frente a la amada inmóvil (francamente estúpida y platónica) y es impedido hasta del habla pero resulta un semental con desempeño sementálico en la cama de doña Puta (francamente suculenta y aristotélica).

El tema de la iniciación sexual como comercio y lenocinio es piedra de toque para poetas vetustos, novelistas cursis y algunos latinoamericanos pedestres que seguimos haciendo distingo entre putas (todas menos mi hermana y mi madre) y no putas. Con la vida sexual activa de las señoritas y los señoritos antes de los trece, probablemente la primera vez en "Casa de citas" pasará al olvido, pasará a ser cosa de unas cuantas películas románticas. Como ésta: (basada en novela de Musil, llevada al cine por Kluge, interpretada por el arquetipo de la puta milenaria Barbara Steele):




DER JUNGE TORLESS
(píquenle aquí está el link)

viernes, 1 de abril de 2011

Soneto de separacao

Porque los recuerdos también son piedras, y las separaciones las esculpen.


Más poetas poniéndole música a poetas: Antonio Carlos Jobim (features¿? dicen hoy) a Vinicius de Moraes, con la voz de Elis Regina, la mejor cantante brasileña del siglo pasado, poesía en sí misma, pura música.

Al final una ayuda al lector no familiarizado con el portugués...






De repente do riso fez-se o pranto
Silencioso e branco como a bruma
E das bocas unidas fez-se a espuma
E das mãos espalmadas fez-se o espanto.
De repente da calma fez-se o vento
Que dos olhos desfez a última chama
E da paixão fez-se o pressentimento
E do momento imóvel fez o drama.
De repente, não mais que de repente
Fez-se de triste o que se fez amante
E de sozinho o que se fez contente
Fez-se do amigo próximo o distante
Fez-se da vida uma aventura errante
De repente, não mais que de repente.


De repente de la risa nació el llanto
silencioso y blanco como bruma,
y de las bocas unidas nació espuma,
y de las manos abiertas el espanto.

De repente de la calma nació el viento
que en los ojos deshizo el último fuego.
De la pasión y el sentimiento nació el resentimiento,
y del momento inmóvil nació el drama.

De repente, no más que de repente,
lo triste nació de lo que antes fue amante
y lo solitario de lo que antes brillante.

del amigo cercano nació lo distante,
de la vida una aventura errante
de repente, no más que de repente.

jueves, 31 de marzo de 2011

Más piedras

En tlatelolco el aire esculpió las piedras
hasta achatarlas en pirámides.
Los españoles las creyeron indestructibles
hasta que llegó Banobras:
"no dejaremos piedra sobre piedra".




Atahualpa, Julio y las piedras

De tanto vivir entre piedras,
yo creí que conversaban...

Ojalá pudiera vivir un día así
sin palabras...

Atahualpa Yupanqui