enunciación sin templo fijo

martes, 5 de abril de 2011

Schliemann, Sofía y más piedras




Schliemann, el tipo que descubrió un montoncito de piedras apiladas que demostraron ser Troya, cuando niño bobo en traje de marinerito se prometió a su primer amor. Los dos idolatraban a Homero y juraron pasar su vida buscando entre polvos y amoríos. Schliemann, hombre viajero y comerciante tuvo que dejar su pueblo natal. Trabajó y trabajó hasta que amasó fortuna. Regresó por su prometida pero ella ya lo había olvidado y casado con un empleado bancario.

Entonces puso un anuncio en el periódico: Se busca mujer bella amante de la Iliada y la Odisea. Al anuncio respondieron algunas. El casting consistía en una sola pregunta: ¿cuántos versos de Homero se sabe usted de memoria? Se casó con una que se sabía completitas ambas, de pe a pa, y de pa a pe. Se casaron y vivieron felices para siempre. Luego descubrieron Troya, con su botín de joyas y él le regaló la famosa foto en que Sofía se viste de Helena. Así se llamaba esta mujer sabia amante, Sofía, como las tantas que abundan hoy de ese nombre, aunque con trabajos se encuentra a una que pueda balbucear versos de Neruda y recitar de memoria algo del inspirado lirismo de Shakira.

No hay comentarios: